Los caminos de Dios

Dios hizo planes contigo

Cuando tenía dieciséis años me enteré de que Dios había hecho planes para mi vida. 

Fue verdaderamente importante para mí, entender que Él estaba, y sigue estando interesado, en lo que ha de ser de mi futuro, mucho más que ni yo misma.

Mis planes y expectativas para mi vida, en ese entonces, eran ningunos. 

La manera en que me veía a mí misma, impedía que yo soñara con alcanzar alguna meta a mediano o largo plazo; sin embargo, Dios había decidido por mí y su plan estaba en marcha desde antes de que todo lo que vemos fuera formado.

Proverbios 19:21 dice:Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá”.  Y  para mí, resultó en un gran beneficio que el propósito de Dios sobre mi vida prevaleciera; porque Su propósito vino para darle sentido, norte y valor a mi vida.

¡Dios hizo planes con nosotros mucho antes de que naciéramos! Nuestra existencia tiene razón de ser.

Desde entonces, he atendido a sus instrucciones para llegar a este destino:  He puesto de mi parte para aprender y tomar la experiencia que he necesitado para lograrlo y he dejado que guíe mis pasos para evitar tomar atajos dolorosos.

Posiblemente haya muchas personas como yo, que han vivido tal vez su infancia, su adolescencia o lo que es más complejo, su adultez, sin un sentido, sin un propósito, sin saber hacia dónde apuntan sus vidas; pero hoy quiero anunciarles que Dios ha trazado un propósito para sus vidas y quiere dárselos a conocer.

Otros han hecho planes detallados para llevar sus vidas a las metas que se trazaron, pero por alguna razón, sus vidas han tomado rumbos distintos a los que habían marcado.  Para esas personas y para todos en general,  también aplica el proverbio: “Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá”.

Los pensamientos, los propósitos y los deseos del corazón de Dios… ¡Son perfectos!  Y es momento de dejarnos guiar por ellos. 

Si hoy no salió todo como esperábamos, algo estamos aprendiendo o nuestro rumbo está siendo corregido para que lleguemos al futuro de bendición que Dios planeó para nuestras vidas.

Si miramos atrás, seguramente estemos lejos de donde planeábamos estar, pero lo primordial es que estemos más cerca de Dios y del propósito que nuestro buen Padre trazó para nuestras vidas.  

Si parece que no vamos hacia ningún lado, tengamos paz en el corazón, sigamos buscando a Dios y en breve, veremos el camino despejado hacia donde Él desea conducirnos.

Un abrazo, ¡Bendiciones!

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