La oración del resiliente por Juliana Miranda
Señor, traigo delante de ti mis cargas, porque soy consciente que sin tu ayuda me es imposible sobrellevarlas.
Gracias por tender con diligencia tu mano y tu corazón pleno de amor, para recibirlas.
La vida me ha impuesto retos que por momentos, pienso que van a superarme, pero tengo la esperanza firme en que, con tu ayuda, saldremos adelante.
Dame la fortaleza que se requiere para aceptar la pérdida, cuando ella aparezca para arrebatarme lo que amo, lo que no me conviene y aquello a lo que me aferro porque creo que me pertenece.
Dame la inteligencia para hallar la lección detrás de cada prueba a la que me enfrento, y la sabiduría para tomar las decisiones correctas.
Concédeme el aplomo para mantenerme firme cuando los vientos azoten mi barca y mi corazón amenace con desfallecer.
Lléname de la sensibilidad necesaria para descubrirte en todo, incluso en los momentos en que no logro reconocerme ni a mí misma.
Dame Señor la compasión, la empatía, la bondad y el amor suficientes para entender el dolor del otro, para perdonar mis propios errores, para desechar lo que puede destruirme y para reconstruirme las veces que sea necesario.
Soy resiliente por elección, soy una guerrera por decisión, porque la vida es una batalla continua y no hay lucha más grande que la que enfrento a diario en contra de mí misma.
Estoy resuelta a vencer el orgullo, el egoísmo, la apatía y la ansiedad, porque son mis principales enemigas en el camino al crecimiento.
Tú estás conmigo Señor y a tu lado y de tu mano, conseguiremos la victoria siempre.
Ayúdame a ser faro para quienes no han hallado el norte en medio de su noche oscura y jamás permitas que cambie mi resiliencia por vanidad, porque soy consciente que mis triunfos son imposibles de lograr sin tu intervención.
Gracias Señor.
Amén.
