Tal vez no lo hayas notado, pero quiero bendecirte.
Cree múltiples maneras de demostrarte que estoy interesado en bendecirte.
Los árboles de los cuales tomas tu alimento, los hago reverdecer, crecer y fructificar, de modo que cada vez que percibas el sabor de las frutas tengas claro que las diseñé pensando en ti.
Puse un sol que a través de sus incontables y permanentes explosiones, te da el calor y la luz que necesitas para que todo funcione a tu alrededor.
Hice un ciclo perpetuo con el agua para que puedas hallarla donde quiera que estés y logres saciar tu sed.
Puse a tu lado animales que te sirven de alimento para renovar los tejidos de tu cuerpo, algunos que te ofrecen su compañía día a día y otros que te asombran y divierten.
Todo lo hice para ti.
Si te fijas en las flores, tienen diversos olores y colores, para despertar tus sentidos y hacer bonitos los lugares que transitas.
Te he demostrado lo interesado que estoy en bendecirte pues no apareciste de la nada, sino que te hice nacer vinculado a otro ser, en el que puse amor y entrega desmedida por tu bienestar.
Te he dado sentidos especialmente creados para descubrirme en todo lo que te rodea e incluso en la perfección del cuerpo que habitas.
Estoy interesado en bendecirte y no solo con todo lo exterior que se renueva día tras día y permanece a tu servicio (casi siempre sin que lo notes), sino que también estoy interesado en bendecir todo lo que eres en tu ser interior.
Quiero que descubras la divinidad con la que he revestido tu alma que es eterna, las habilidades que te he entregado para que veas manifestarse en ti la grandeza que te hace semejante a mí.
Deseo que entiendas que existes porque tienes un propósito que vas a cumplir en el momento exacto, porque yo te entregué todo para que así sea y trabajo a tu lado para ayudarte a conseguirlo.
Estoy siempre contigo
Estoy en cada instante, en cada necesidad, en cada fragmento de tu vida, cuidando de tu bienestar y llegará el momento en que habrás de descubrirme en todo.
En tanto abandonas tus distracciones y te detienes para escucharme y sentir que estoy dentro de ti, a tu alrededor y sobre todos tus asuntos; seguiré estando en cada inspiración que tomes, en cada latido de tu corazón.
Esta mañana cuando abriste los ojos, mis intenciones de bendecirte siguieron siendo las mismas de siempre.
Si deseas encontrarme, puedes simplemente cerrar los ojos, silenciar tu mente y abrir la puerta de tu corazón, yo estaré al otro lado listo para entrar a él y quedarme a tu lado por toda la eternidad.
»¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. Apocalipsis 3:20 NTV
Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:11-13 TLA
